Y no me importa que me ahorque
que me apriete
vvoy en llamas! ¡fuego en mi corazón!
Todos tenemos un agujero en el pecho y, también, una persona que sabe como hacértelo notar.
No por mal, sus palabras hacen que quieras acercarte siempre un poco más, y sin embargo ahí esta esa opresión, ese vacío, esa sensación de dolor impalpable.
Siento que me acostumbro al tiempo que paso junto a tu presencia y por eso cada vez necesito pasar 5 minutos más a tu lado, para tenerte en la cabeza cuando no estoy y así no sentir el agujero del pecho, aunque sea por un rato.
Y se que no va a llegar, pero me conformo con el acostumbramiento, aunque sea por un rato...
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