Sus manos se deslizaron con suavidad sobre mi rostro, y sus labios cálidos fueron suaves, inesperadamente indecisos. Duró poco y fue dulce, muy dulce.
Sus brazos se cerraron a mi alrededor y me abrazó con seguridad mientras me murmuraba al oído, "este debería haber sido nuestro primer beso, mejor tarde que nunca.
No comments:
Post a Comment